Muchos culpan al arquero de Leeds por el error en el primer gol de Derby County. Es cierto que en esa acción hubo un problema de comunicación. Kiko Casilla debería haberse impuesto con un grito y Liam Cooper debería haber dejado que el arquero despejara el balón hacia campo contrario. Cooper venía corriendo en diagonal hacia su arco y Casilla tenía ventaja de frente al balón. Al menos en dos oportunidades durante el partido se dieron situaciones similares, una de ellas en el área que por un rebote fortuito no terminó en gol para los visitantes.
En la conferencia de prensa el técnico Marcelo Bielsa sintetizó la temporada afirmando dos juicios que llamó contradictorios pero ciertos. Leeds debería haber obtenido el primer o segundo lugar en la tabla final asegurando la promoción directa a la Premier League. Para Bielsa Leeds merecía haber obtenido entre diez y doce puntos más en partidos en que la diferencia en oportunidades no se reflejó en el marcador. Leeds, afirmó, también estaba en condiciones para ganar la liguilla del ascenso. Según Bielsa, después de haber ganado el primer partido contra Derby por la mínima en condición de visitante, la primera mitad del segundo partido debería haber terminado dos o tres a cero, pero concluyó empatado producto del error entre arquero y defensa. Luego vinieron los veinte minutos de descontrol, calificativo que Bielsa aceptó de un periodista para describir el lapso en que Derby anotó tres goles. Aceptó su fallo al no encontrar solución ante la contundencia del rival.
Bielsa dijo que el equipo tuvo un rendimiento altísimo a lo largo de la temporada y que considerando las circunstancias adversas sufridas antes y durante el campeonato es difícil que el mismo grupo vuelva a obtener sostenidamente performances similares a lo largo de otra campaña. Bielsa optó por una plantilla reducida, con mínimas incorporaciones en relación al año anterior. Sufrió lesiones extensas y numerosas. Hizo debutar profesionalmente a diez jugadores de divisiones menores y contrató solamente a un jugador en la ventana de invierno. Bielsa dijo que en la práctica catorce jugadores sostuvieron al equipo en los 51 partidos oficiales que disputó entre el 5 de agosto de 2018 y el 15 de mayo de 2019.
La contratación de Bielsa causó conmoción. Su primera conferencia de prensa duró una hora y media e inmediatamente capturó la atención mediática. Como se sabe Bielsa no da entrevistas individuales y tiene una relación distante con los medios. Para Bielsa no hay entrevistas de pasillo, ni de ventanilla del auto saliendo del entrenamiento. Le acomoda el formato europeo que impone con inquebrantable regularidad las ruedas de prensa antes y después de cada partido. Durante el año no tuvo problemas en que las citas con los periodistas se extendieran hasta por una hora especialmente antes de los encuentros de local. La regla no escrita es que los intercambios con la prensa no duren más de diez minutos. Al igual que durante sus años en Francia la barrera idiomática contribuyó a la extensión de las conferencias de prensa. Sin embargo, esto no ha impedido que se comunique el sello particularmente articulado del técnico argentino. Bielsa siguió trabajando con Salim Lamrani, el mismo traductor que usó en Lille y Marseille.
Los elementos más destacados por la prensa durante la pre-temporada fueron el respeto que técnicos exitosos en Inglaterra como Josep Guardiola y Mauricio Pochettino tienen por Bielsa, la drástica reducción en el número de jugadores profesionales de la plantilla y la intensidad física de las prácticas. La impresión de la prensa británica, y en especial de los periodistas encargados de cubrir a Leeds regularmente, es que la admiración de los técnicos de Manchester City y Tottenham Hotspur servía de carta de presentación por encima de su trayectoria irregular en otros equipos europeos y la experiencia con las selecciones nacionales de Argentina y Chile. Bielsa es el primero en destacar el hecho que los títulos le han sido esquivos.
Bielsa planificó la temporada con una plantilla de 18 jugadores profesionales y una rotación de 4 juveniles. Este fue el punto que resultó menos convincente para la prensa durante los primeros intercambios. Leeds competía en una temporada extensa, en tres competencias diferentes y con uno de los calendarios más demandantes en cantidad y periodicidad de partidos. El técnico justificó la reducción del plantel de profesionales arguyendo que una platilla numerosa disminuía las oportunidades para competir de muchos jugadores. Consultado por la aparente falta de cobertura en ciertas posiciones o jugadores actuando fuera de sus puestos naturales, Bielsa contestó que los roles ejercidos por diversos jugadores respondían a posicionamientos o funciones ejercidas durante la temporada anterior. Ante la insistencia de la prensa producto de la experimentación posicional durante partidos amistosos de entrenamiento y los primeros oficiales Bielsa mostró un extenso conocimiento de la plantilla con información detallada sobre las múltiples facetas que habían cumplido los diversos elementos del plantel incluso de los pocos recién llegados de otros equipos.
Consultados por las características del nuevo técnico los jugadores respondían casi de manera unánime que la fuerte preparación física era la diferencia más notable con sus experiencias anteriores. Intensas jornadas diarias en doble o triple sesión, partidos preparatorios y adiestramiento táctico. El buen inicio del campeonato regular fortaleció la convicción entre los jugadores que el estado físico del plantel era requisito indispensable para el dinámico juego ofensivo favorecido por el rosarino. Rápidamente se vio la otra cara de la moneda cuando Leeds quedó eliminado en el primer encuentro de la FA Cup. La circunstancia no mejoró notablemente en la segunda rueda cuando cayeron en apenas el segundo encuentro de la EFL Cup. El equipo diseñado para jugar ambas copas incluía a un número importante de juveniles haciendo sus primeras armas en el profesionalismo. Varios obtuvieron muchos minutos, ocasionalmente titularidad y buenos rendimientos durante tramos del campeonato regular, en especial Jack Clarke y Jamie Shackleton. Sin embargo, la competitividad inmediata de la escuadra copera en duelos de eliminación simple no fue la misma, ratificando que la fórmula de Bielsa, 18 titulares y 4 juveniles, tiene limitaciones cuando se dan circunstancias adversas.
Las contrataciones y préstamos llegaron tarde a la pre-temporada y varios no pudieron completar el acondicionamiento físico y táctico con el resto del grupo. Adicionalmente, una salida tardía desajustó los planes para el medio campo. Ronaldo Vieira, uno de los mejores centrocampistas del equipo proyectado por Bielsa como titular en varios puestos, completó toda la pre-temporada pero fue transferido una semana antes del inicio del campeonato regular. Para cubrir necesidades Leeds aseguró cuatro préstamos que también arribaron bien entrada la pre-temporada y en un caso tres semanas después del inicio del campeonato. Provenientes del Chelsea llegaron los volantes ofensivos Lewis Baker e Izzy Brown y el arquero Jamal Blackman. Del Manchester City arribó el puntero izquierdo Jack Harrison. Además, Leeds compró el pase del delantero Patrick Bamford y del zaguero izquierdo Barry Douglas.
Las lesiones fueron una constante. Las más serias fueron las prolongadas ausencias de Gaetano Berardi, Patrick Bamford, Barry Douglas, Stuart Dallas y Jamal Blackman. Adam Forshaw cayó durante la pre-temporada. El criterio repetido por Bielsa es que en promedio cada partido podía ser encarado sin problemas con cuatro bajas por lesión o suspensión. Esa estimación se vio superada desde el inicio del año competitivo y fue un constante dolor de cabeza para el técnico. En momentos de la temporada cuatro jugadores que podrían cubrir la plaza de zaguero izquierdo no estaban aptos para competir. Media temporada fue jugada con solamente un arquero profesional y la contratación más cara, el centro delantero Bamford, estuvo tres meses sin ver acción en cancha.
A las lesiones hay que agregar las ventas y devolución de préstamos en la ventana de invierno. En ese momento salieron: Samuel Sáiz, Tom Pearce y Conor Shaughnessy, Jamal Blackman y Lewis Baker. Sáiz pidió ser transferido luego que Bielsa le quitara la titularidad por una baja de rendimiento. Baker, también utilizado como volante ofensivo, no logró impresionar al técnico. La extensa lesión de Blackman y la baja en el rendimiento de Bailey Peacock-Farrell forzaron la contratación de otro arquero. Bielsa no pudo encontrar minutos para los jóvenes Pearce y Shaughnessy y decidió cederlos a préstamo. Si sumamos las bajas por transferencias, devoluciones de préstamos y la única contratación a media temporada se aprecia con facilidad que Leeds terminó la competencia con menos jugadores que al inicio de la temporada.
Hay consenso entre periodistas, hinchas y observadores en que la mayor virtud de Bielsa fue extraer de sus jugadores un rendimiento muy alto durante el extenuante año competitivo. Este juicio se basa en que el tronco de la plantilla provenía de la temporada anterior donde Leeds terminó en la posición número 13 en contraste con las 46 fechas de la campaña 2018-2019 en que el equipo nunca bajó del tercer puesto. Sin embargo, el factor decisivo fue la habilidad de Bielsa para ver potencial ahí donde otros juzgaron rendimientos pasados como limitantes. La absorción y compromiso del estilo e impronta propias de los equipos de Bielsa tuvo un impacto positivo en el alza del rendimiento. Ver un partido de Leeds durante la temporada fue una experiencia muy similar a otros equipos dirigidos por el argentino. Un repaso línea por línea del equipo muestra que Bielsa tuvo que adaptarse a circunstancias adversas y, contrario al juicio habitual, ser flexible casi como nunca antes.
Peacock-Farrell es un arquero joven que participa como seleccionado por Irlanda del Norte. Es alto y tiene buenos reflejos. A pesar de no ser su fuerte es disciplinado y sobrio con los pies. Con la mencionada lesión de Blackman y algunos partidos irregulares, Bielsa pidió un arquero a media temporada y Leeds contrató al tercero del Real Madrid. Para la segunda división inglesa es una muy buena contratación. Kiko Casilla es un arquero sólido y con experiencia. En pocos meses demostró su nivel. La falta de trabajo previo con el grupo se evidenció en varios desajustes y riesgos innecesarios que terminaron en gol. Nada impide que con mayor adaptación pueda mostrar el máximo de sus habilidades.
Para Bielsa la solidez defensiva fue el pilar de la campaña. El técnico pensó en jugar con los siguientes cuatro en el fondo: Liam Cooper y Gaetano Berardi centrales, Luke Ayling y Barry Douglas por las bandas. El argentino prefiere jugadores que puedan duplicar o triplicar sus funciones y posean habilidad para salir con balón controlado. Berardi compensa su baja estatura para un central en Inglaterra con explosividad y rapidez. Puede jugar como zaguero por izquierda o derecha y tiene buen toque. Ayling puede como ejercer de central, tiene salida fluida y estatura. Douglas es excelente en la salida y es un especialista en balones detenidos. Cooper es zurdo, muy disciplinado y capitán del equipo designado por los propios jugadores.
Las lesiones de Berardi y Douglas forzaron las inclusiones del central Pontus Jansson y la alternancia en la zaga de Stuart Dallas y Ezgjan Alioski, usualmente punteros por izquierda. Jansson es un defensa más físico que técnico, pero se afianzó y ganó la confianza de Bielsa. Contra lo que había planificado la formación defensiva más estable fue con Ayling, Cooper, Jansson y la rotación forzada entre Alioski, Dallas y Douglas por izquierda. La corrección más notoria en defensa fue el ajuste en balones detenidos que costaron varios goles a comienzos de temporada. Leeds jugó con los mismos riesgos en defensiva que otros equipos dirigidos por Bielsa: muchos metros a espaldas de los defensas, generación de juego desde atrás con pelota dominada, sobrecarga en un sector del campo para generar espacios y el avance constante de los zagueros por las bandas. Cada una de esas acciones favorecidas por el técnico para iniciar el ataque desde atrás tienen el riesgo de pérdida de balón. Los mejores momentos de Leeds vinieron cuando funcionó dinámica ofensiva iniciada desde el fondo. Ayling, Jansson y Cooper jugaron la enorme mayoría de los encuentros constituyendo los pilares defensivos del equipo. Jansson y Cooper fueron elegidos como parte del equipo del año al final del campeonato regular.
En el medio campo es donde Bielsa tuvo que experimentar con mayor intensidad. La formación inicial fue protagonizada por Kalvin Phillips como volante retrasado, Mateusz Klich como revulsivo, Samuel Sáiz adelantado más Pablo Hernández y Alioski por las bandas. La irregularidad de Sáiz obligó a Bielsa a probar con Klich, Hernández y Adam Forshaw. La situación se agravó cuando Sáiz dejó el equipo en enero. Bielsa también experimentó con los delanteros Tyler Roberts e incluso Kemar Roofe como volantes ofensivos. La mejor solución vino tarde en la segunda rueda cuando Roberts logró buenos partidos como volante ofensivo antes de caer lesionado.
Por las bandas se dio una situación similar. El perenne problema con las lesiones de los defensas por izquierda obligó al retraso de Alioski y Dallas. Bielsa optó definitivamente por Jack Harrison como puntero izquierdo para favorecer el mayor recorrido de Alioski desde el fondo. El jugador clave del equipo fue el veterano Hernández, quien sostuvo excelentes rendimientos casi toda la campaña pero bajó ostensiblemente en los últimos partidos. El español fue constantemente alabado por Bielsa por su liderazgo dentro de la cancha. Las 12 anotaciones, segundo máximo anotador del equipo, no reflejan el impacto que tuvo en la fluidez y descompresión del juego.
Klich fue tal vez la gran sorpresa. El seleccionado polaco tiene una combinación muy favorecida por Bielsa: técnica suficiente para jugar adelantado y generosidad en el despliegue para largos recorridos. La mayor habilidad de Klich es su inteligencia y capacidad para desplacerse en ofensiva sin balón. Anotó diez goles en la temporada regular. El seleccionado macedonio Alioski fue otro punto alto. Hábil, rápido, excelente en los desplazamientos largos. Además de jugar más de cuarenta partidos por Leeds Klich y Alioski participaron como titulares en casi la totalidad de los encuentros por sus selecciones nacionales.
Si bien Bielsa prefiere la duplicidad y técnica de Forshaw el rendimiento de Kalvin Phillips fue notoriamente positivo. Phillips posee un enorme despliegue físico, un buen primer pase y excelente cambio de frente. Phillips agrega un vital balance defensivo especialmente en los largos espacios que deja el equipo enfocado en ofensiva. En este sentido es el que mejor se adaptó a la posición de tercer central o incluso de segundo central durante importantes segmentos de los partidos que disputó. Excelente en el uno contra uno defensivo y de los más rápidos del equipo.
Como es habitual en sus equipos Bielsa jugó solamente con un delantero centro. Ante la llegada tardía y posterior lesión de Patrick Bamford la misión quedó asignada para Kemar Roofe. Cuando ambos fueron bajas Tyler Roberts multiplicó sus minutos. El esquema ofensivo promovido por Bielsa favorece la generación de espacios para el centro delantero pero fuerza al mismo a un gran despliegue en la presión alta para recuperar el balón y constante movilidad para encontrar espacios. Cuando el equipo está en fase ofensiva fuerza el cierre numeroso del rival en defensa lo que comprime espacios al mínimo. El delantero centro de los equipos de Bielsa debe moverse constantemente y combinar con gran precisión debido a la cantidad de jugadores a su alrededor. Roofe es un delantero dinámico y potente que calza muy bien con las exigencias de Bielsa. Bamford es más técnico y de mayor estatura pero menos físico que Roofe. Roofe anotó 15 goles y Bamford celebró en 10 oportunidades.
De los más de diez juveniles que Bielsa hizo debutar la revelación fue el puntero derecho Jack Clarke. Con 18 años Clarke es excelente en uno contra uno y tiene una gran habilidad para llegar a línea de fondo. Sus buenas actuaciones en los 24 partidos en que vio acción atrajeron la atención de equipos de la Premier League y su partida se rumoreaba desde sus primeras actuaciones. Bielsa le dio mucha confianza con minutos especialmente en los segundos tiempos. Sin embargo, fue cauto y pidió moderación ante la burbuja mediática generada alrededor del juvenil quien no volvió a rendir de la misma manera después de un desvanecimiento en pleno partido. Con menos prensa, pero tal vez mayor impacto en Bielsa, destacó la madurez y versatilidad de Jamie Shackleton. Bielsa lo utilizó en 23 partidos como zaguero y puntero por derecha. Fue titular en reemplazo del lesionado Adam Forshaw en el último duelo contra Derby por encima del habilitado Kalvin Phillips. Shackleton demostró poseer una notable condición física en tramos largos junto con un buen instinto ofensivo y defensivo en distintas posiciones.
El contraste entre eficiencia defensiva y la falta de eficacia al anotar fue un aspecto notorio de la temporada para Leeds. En términos numéricos esto se refleja en que fue el cuarto equipo menos batido (50) y el quinto en goles marcados (73). Leeds anotó la misma cantidad de goles que Brentford cuya posición final en la tabla fue la undécima contra el tercer puesto de los blancos. Leeds terminó la temporada con más puntos que tres de los equipos más goleadores y dos de los menos goleados. Esta discrepancia fue advertida tempranamente por Bielsa. Incluso cuando el equipo encadenó una de sus rachas de varias victorias al hilo el argentino se mostraba cauto ante la dificultad para anotar, la estrechez de los resultados y competitividad de los equipos con menos presupuesto.
En diciembre Bielsa comenzó a repetir con insistencia que Leeds necesitaba el doble de ocasiones para anotar que sus rivales. El ejemplo al que volvía con frecuencia es que los equipos en el segmento inferior de la tabla necesitaban la mitad de ocasiones para anotar que Leeds. A pesar de esto los blancos se mantuvieron entre los tres primeros durante toda la campaña. Según Bielsa, en los últimos cinco partidos de la temporada la proporción entre oportunidades y goles anotados empeoró notablemente: de seis aproximaciones por gol anotado Leeds pasó requerir doce oportunidades para anotar un gol.
Bielsa alabó a varios equipos y técnicos que fue enfrentando. El mayor aprendizaje fue la constatación que en Inglaterra el fútbol de segunda división tiene una importante diversidad de estilos de juego, muchos de ellos alejados del prejuicio sobre la tosquedad del centro y cabezazo. En especial Bielsa alabó los sistemas tácticos que favorecen el buen trato del balón como los de Millwall, Sheffield United y Derby County. También expresó en repetidas oportunidades su admiración por elencos que privilegian el aspecto defensivo como Middlesbrough pero también por la capacidad ofensiva de Norwich City, Aston Villa y West Bromwich Albion. Ampliando de manera considerable su conocimiento y entendimiento de las distintas facetas del fútbol inglés Bielsa destacó en repetidas oportunidades la cantidad de equipos que a pesar de contar con menor presupuesto complicaban a los más adinerados.
Uno de los primeros aspectos anecdóticos que notó la prensa especializada fue que Bielsa temprano en la temporada comenzó a utilizar un cubículo para sentarse al nivel y también cerca de la cancha. Pronto el “bucket” adquirió vida propia siendo blanco de un sin fin de comentarios e incluso a poco andar una marca comercial se interesó en adquirir derechos para desplegar el nombre de su marca. Durante los partidos iniciales de la temporada el técnico solía quedarse sentado en su “bucket” incluso cuando el equipo anotaba. Esto fue advertido rápidamente por la prensa que también evidenció cambios efusivos en el comportamiento de la banca a medida que transcurría la temporada.
Fuera del buen rendimiento, que mantuvo a Leeds como favorito para el ascenso durante gran parte de la campaña, el tema que más atrajo la atención de la prensa fue el caso conocido como “Spygate”. Los hechos son más menos conocidos. Antes de la visita a Derby County un policía descubrió a un asistente técnico de Leeds en las afueras del campo de entrenamiento del equipo dirigido por Frank Lampard. Al estar en una zona de acceso público el policía reportó lo acontecido pero no detuvo ni impuso cargos de ningún tipo al enviado por Bielsa. La situación escaló rápidamente. Derby County acusó a Leeds de infringir las reglas del juego limpio. Lampard declaró su profundo malestar y acusó a Bielsa de falta de ética. La opinión pública deportiva inglesa giró con fuerza contra Leeds y en especial Bielsa exigiendo sanciones que incluían la reducción de puntos. Derby County formalizó la queja ante la liga y una multitud de equipos, técnicos y directivos salieron en su apoyo.
La reacción de Bielsa fue épica. Llamó a una conferencia de prensa donde disertó por más de una hora sobre su metodología para recabar información sobre sus rivales. Utilizó un proyector para desplegar una enorme cantidad de detalles sobre jugadores, sistemas tácticos, posicionamientos, minutos jugados, distancias recorridas, proporción de pases errados y acertados, balones detenidos, movimientos ofensivos, defensivos, en balones parados, los mejores cabeceadores, remates, centros, persecuciones y un casi eterno etcétera. El archivo proyectado en la sala de reuniones tenía videos editados de todos los jugadores, pertenecientes a todos los equipos de la Championship además de estadísticas actualizadas hasta el último partido que se podían cruzar para generar meta-datos. Bielsa admitió que envió emisarios a ver las prácticas de cada uno de sus rivales durante la temporada. El mensaje de Bielsa fue el siguiente: la práctica no fue ilegal porque no estaba estipulada en las reglas, los emisarios siempre estaban en áreas de acceso público. Pero además la práctica era, según el propio técnico, innecesaria dada la cantidad de información que ya tenía proveniente del gigantesco archivo sobre sus rivales, que incluía los encuentros disputados la temporada anterior y el seguimiento a jugadores incorporados esta temporada a equipos de la Championship. La prensa transmitió en vivo la conferencia de Bielsa sin precedentes en la historia del fútbol. En pocos días Bielsa logró lo que parecía imposible. Cambió el juicio de la opinión pública deportiva a su favor. La liga sancionó a Leeds con una multa monetaria pero sin reducción de puntos. Bielsa pagó la multa de su salario. Desde el día de la disertación Bielsa comenzó a dar la alineación de Leeds durante la conferencia previa a los partidos. Básicamente los rivales conocían los once iniciales de los blancos con dos días de anticipación. Esta situación se mantuvo por largas semanas hasta que Bielsa confidenció que un hincha le había escrito suplicándole que dejara de hacerlo.
El incidente del espionaje fue de alguna manera reforzado por otro tal vez de mayores proporciones. Ocurrió durante el encuentro por la segunda rueda entre Leeds y Aston Villa. Jonathan Kodjia, delantero del Villa, pierde un balón en media cancha ante la intervención del zaguero Cooper. Kodjia cae y queda tendido acusando un golpe. El árbitro deja seguir. Leeds recupera el balón. Triangulan entre Phillips, Berardi y Cooper para encontrar libre a Taylor Roberts en la banda izquierda quien amaga con tirar fuera el esférico pero en cambio asiste a un solitario Klich. El polaco entra con balón dominado al área y anota con remate bajo a la izquierda del portero. Se arma la gresca. Los londineses increpan a Roberts por no sacar el balón. Acusan también al árbitro por no pitar para detener el juego y asistir al lesionado. Las bancas salen al ruedo. Hay confusión. Luego de varios minutos de incertidumbre parece que las bancas llegan a un acuerdo. Los capitanes y casi todos los jugadores acceden. Leeds dejará que Aston Villa anote sin poner oposición. Gritos por doquier. Bielsa desde la banca a todo pulmón desesperado grita desde la banca: “Give them the goal, give them the goal, give them the goal!”. El defensa central sueco Pontus Jansson intenta a medias impedir el tanto de los locales imprimiendo todavía más dramatismo a la escena. Luego se supo que Dean Smith, el técnico de Aston Villa, fue quien propuso la solución que terminó siendo aceptada por Bielsa.
A pesar de los logros y el buen fútbol el final de la temporada 2018-2019 de Leeds fue amargo. En su primer año en Inglaterra Bielsa llevó a Leeds a un nivel de rendimiento insospechado pero sin el ansiado asenso a la Premier League. Docenas de jugadores con las mejores temporadas de sus carreras, diez debuts de juveniles, el equipo nunca bajó del tercer puesto, juego ofensivo, llenos en casi todos los encuentros de local, miles barristas en los de visita. Y después, y del documental que me hizo revivir muchos de esos pasajes, para este espectador a la distancia quedan alegrías, llantos y una frase del técnico argentino: “Lo que no se puede hacer es ver la totalidad”.